escucha activa

La asertividad y la escucha activa

asertividad y escucha

Mientras estamos escuchando durante la entrevista, nuestro interlocutor puede realizar afirmaciones, ataques o peticiones, ante los cuales nos veremos obligados a llevarle la contraria. La escucha activa implica captar la totalidad del mensaje e interpretarlo desde el punto de vista de nuestro interlocutor. Ponernos en su lugar, no quiere decir que compartamos su opinión. Su mensaje puede contener afirmaciones, ataques o peticiones cuya aceptación por nuestra parte puede acarrear problemas para nosotros. Ante estas afirmaciones, ataques o peticiones nos vemos obligados a decirle “no” a nuestro interlocutor, pero sin crear un conflicto.

Para prestar atención se requiere realizar un esfuerzo físico y mental considerable para evitar las distracciones que ejercen otros estímulos. Este esfuerzo produce un desgaste de energía.

La asertividad es la virtud de saber decir "no" sin ser agresivo, es decir, la capacidad de decir "no" a nuestro interlocutor sin crear un conflicto.

La asertividad y la escucha activa no son conceptos contrapuestos. Es más, debemos ser asertivos mientras practicamos la escucha activa. Cuando nos encontremos ante afirmaciones, ataques o peticiones que no podamos hacer frente, debemos comunicárselo claramente, honestamente y con el máximo respeto.

Existen tres tipos de personas:

  • Las personas asertivas por naturaleza: aquellas que ante los conflictos se comportan asertivamente de una forma natural
  • Las personas no asertivas: aquellas que ante los conflictos tienen serios problemas para decir “no”, dejando que otros se aprovechen de las circunstancias
  • Las personas agresivas: aquellas que ante los conflictos presentan un comportamiento agresivo, alimentando la espiral del conflicto y llegando incluso a cortar la comunicación.

Hay gente que se comporta con asertividad normalmente. Pero, ¿pueden aprender a ser asertivos aquellos que por su carácter no lo son? La respuesta es sí. La asertividad es un hábito de conducta, y como tal, se puede aprender.

Te presentamos las técnicas para ser asertivos mientras practicamos la escucha activa:

Los consejos para convertirnos en un oyente empático son:

  • Aceptar el argumento y replicar con el nuestro. Cuando una persona ejerce presión sobre nosotros empleando sus argumentos, la respuesta que menos espera oír es "sí". Si aceptamos su argumento o parte de él, el interlocutor experimentará un cambio que le llevará a escuchar nuestro argumento más receptivamente
  • Adoptar el lenguaje corporal correcto, es decir, respetar la distancia con nuestro interlocutor, posición relajada, erguido, hombros rectos, contacto visual directo, tono de voz cálida y enfatizar las palabras con el gesto de las manos abiertas hacia arriba
  • Utilizar la técnica del disco rayado, la cual consiste en repetir la negativa de manera insistente. Podemos emplear frases tales como:

    • “Me gustaría, pero con los medios actuales es imposible afrontar tu petición...”
    • “Entiendo que quiere conseguir esta petición, pero me es totalmente imposible...”
    • “Aún así, no podemos...”
    • “A pesar de todo no podemos hacer frente a esas exigencias...”

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