Cuando el emisor siente que se le presta atención y es escuchado, prosigue hablando. Al realizar preguntas interesantes y relacionadas con el mensaje que escuchamos, demostramos que estamos prestando atención. Gracias a la técnica de las preguntas animamos a nuestro interlocutor para que continúe contándonos sus experiencias.
Las buenas preguntas son cortas, comprensibles y relacionadas con el mensaje que estamos escuchando. La mejores preguntas para desarrollar esta técnica de escucha activa son las preguntas abiertas. Las preguntas abiertas son aquellas que comienzan con un adverbio o pronombre interrogativo: quién, qué, dónde, cómo, cuándo, cuál y por qué. Estas preguntas permiten que nuestro interlocutor desvele sus conocimientos. Se presentan como un excelente método de investigación. Escuchando con atención las respuestas de las preguntas abiertas, descubriremos posibles rutas para avanzar en la comunicación.
Realiza este ejercicio de desarrollo de preguntas para mejorar tu capacidad de escucha activa. Escucha atentamente el siguiente discurso. ¿Qué preguntas le realizarías al interlocutor para demostrarle que estás atento a su comunicado?